Mateo 5, 25-26: Jesús dijo: “Con quien tienes pleito busca rápidamente un acuerdo, mientras vas de camino con él. Si no, te entregará al juez, el juez al alguacil y te meterán en la cárcel. Te aseguro que no saldrás hasta haber pagado el último céntimo.”
Lucas 12, 45-48: Jesús dijo: “Pero si aquel criado, pensando que su amo tarda en llegar, se pone a pegar a los siervos y siervas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de aquel criado el día y la hora que menos lo espera y lo hará trizas, dándole el destino de los desleales. Aquel criado que, conociendo la voluntad de su amo, no dispone y ejecuta lo que quiere el amo, recibirá muchos golpes. Pero aquel que no conociéndola, cometa acciones dignas de castigo, recibirá pocos golpes. A quien mucho se le dio mucho se le pedirá; a quien mucho se le confió mucho más se le exigirá.”
Mateo 18, 27-35: Jesús dijo: “Compadecido de aquel criado, el rey lo dejó ir y le perdonó la deuda. Al salir, aquel criado tropezó con otro criado que le debía cien monedas. Lo agarró del cuello y mientras lo ahogaba le decía: ‘¡Págame lo que me debes!’ Cayendo a sus pies, el compañero le suplicaba: ‘¡Ten paciencia conmigo y te lo pagaré!’ Pero el otro se negó y lo hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda. Al ver lo sucedido, los otros criados se sintieron muy mal y fueron a contarle al rey todo lo sucedido. Entonces el rey lo llamó y le dijo: ‘¡Criado perverso, toda aquella deuda te la perdoné porque me lo suplicaste! ¿No debías tú que tener compasión de tu compañero como yo la tuve de ti?’ E indignado, el rey lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Así os tratará mi Padre del Cielo si no perdonáis de corazón cada uno a su hermano.”