Mensaje del 13 de mayo de 1917: "No tengáis miedo, yo no os hago dano. Yo Soy del Cielo. Vengo para pediros que volváis aquí durante seis meses seguidos, el día 13 y a esta misma hora. Después os diré quién soy y lo que quiero. Y volveré aquí una séptima vez. ¿Queréis ofreceros a Dios, para soportar todos los sufrimientos que os quiera enviar, en reparación por los pecados con que Él es ofendido y en súplica por la conversión de los pecadores? Vais, pues, a tener mucho que sufrir, pero la gracia de Dios será vuestro Consuelo. Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra.”
Mensaje del 13 de junio de 1917: "Quiero que vengáis aquí el día 13 del mes que viene, que recéis el rosario todos los días y que aprendáis a leer. Después diré lo que quiero. Jesús quiere servirse de ti para hacerme conocer y amar. Él quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. A quien la abrace le prometo la salvación. Y serán amadas de Dios estas almas como flores puestas por mí para adornar su trono. No desanimes. Yo nunca te dejaré. Mi Corazón Inmaculado será tu refugio y el camino que te conducirá hasta Dios".¿Vuestra Merced qué desea de mí?"
Mensaje del 13 de julio de 1917: "Quiero que volváis el 13 del mes que viene y que continuéis rezando el Rosario todos los días en honra de Nuestra Señora del Rosario para obtener la paz del mundo y el fin de la guerra, porque solo Ella les podrá socorrer. Continúen viniendo aquí todos los meses. En octubre diré quién soy y lo que quiero, y haré un milagro que todos han de ver, para que crean. Sacrificaos por los pecadores y decid muchas veces, sobre todo cuando hagáis algún sacrificio: ‘¡Oh! Jesús, es por Vuestro amor, por la conversión de los pecadores Y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María’.”
Mensaje del 19 de agosto de 1917: “Quiero que continuéis yendo a Cova da Iría en el día 13 y que continuéis rezando el Rosario todos los días. En el último mes haré el milagro para que todos crean.” Y tomando un aspecto más triste, les recomendó de nuevo la práctica de la mortificación, diciendo al final: “Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, que muchas almas se van al infierno por no haber quién se sacrifique y pida por ellas.”
Mensaje del 13 de septiembre de 1917: “Continuad rezando el Rosario para alcanzar el fin de la guerra. En octubre vendrá también Nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen, San José con el Niño Jesús para bendecir al mundo. Dios está contento con vuestros sacrificios, pero no quiere que durmáis con la cuerda, llevadla sólo durante el dia.”
Lúcia dijo: “Me han pedido que le pida muchas cosas: la curación de algunos enfermos.” “Sí, curaré algunos, a otros no.”
Mensaje del 13 de octubre de 1917: “Quiero decirte que hagan aquí una capilla en mi honra, que soy la Señora del Rosario, que continuéis siempre rezando el Rosario todos los días. La guerra va a acabar y los militares volverán pronto a sus casas.” Lúcia dijo: “Yo tenía muchas cosas para pedirle. Si curaba a unos enfermos y si convertía unos pecadores.” Nuestra Señora dijo: “A unos sí; a otros no. Es preciso que se enmienden, que pidan perdón de sus pecados. No ofendan más a Dios Nuestro Señor que ya está muy ofendido.”