“Muchas personas reciben la Comunión, pero no dejan que el fuego del amor se encienda en su interior. En cada Comunión, dejen el amor de Jesús arder en sus corazones y nunca disminuir. Dejen el fuego de este amor irradiar de sus corazones a los demás. No dejen este amor sólo dentro de ustedes. Sean portadores del amor de Dios y lleven este amor para los hermanos. Carguen y muestren este amor a los demás!”