Jesús dijo a Santa Faustina (1905-1938):
“Hoy te envío a ti a toda la humanidad con Mi misericordia. No quiero castigar
a la humanidad doliente, sino deseo sanarla, abrazarla con Mi Corazón misericordioso. Antes del día de la justicia envío el día de la misericórdia.”
“He abierto mi Corazón como una fuente viva de misericordia. Que todas las almas
tomen vida de ella. Que se acerquen con gran confianza a este mar de misericordia. Los pecadores serán justificados y los justos serán fortalecidos en el bien.”
“Tanto el pecador como el justo necesitan mi misericordia. La conversión y la perseverancia son las gracias de mi misericordia.”
“Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá.”
“Pinta una cuadro según el modelo que ves, y firma: ‘Jesús, en Ti confío.’ Prometo que el alma que venere esta cuadro no perecerá. También prometo, ya aquí en la Tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Deseo que haya una Fiesta de la misericordia. Quiero que este cuadro que pintarás con el pincel, sea bendecido con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección. Ese domingo debe ser la Fiesta de la misericordia. Deseo que los sacerdotes proclamen la gran misericordia que tengo para las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí.”
“Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la frase: Jesús, en Ti confio!”
“Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas. Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de mi misericordia cuando mi Corazón agonizante fue abierto en la Cruz por la Lanza. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la mano justa de Dios.”