Jesús dijo a Sor Consolata Betrone (1903-1946):
Ensenó la oración "Jesús, María, os amo, salvad las almas."
"Recuerda que un Acto de amor decide la salvación eterna de un alma y, vale como reparación de mil blasfemias. Sólo en el Cielo conocerás su valor y fecundidad para salvar almas."
“Jesús, María, os amo, salvad almas, incluye todo: las almas del Purgatorio así como las de la Iglesia militante, el alma inocente y la culpable, los moribundos, los ateos, etc… No pierdas tiempo. Recuerda que cada acto de amor es un alma.”
“En el seno de la Iglesia tu serás la confianza. Me agrada tanto la confianza ciega, infantil, sin limites, inmensa que tú tienes en Mi. No permitas nunca, ni por un solo instante, que el enemigo penetre en tu alma con un pensamiento de desconfianza, ¿nunca! Créeme único y siempre bueno, créeme único y siempre como un Padre. Comprende, Consolata, mi Corazón. Di al mundo cuán bueno y materno Yo soy. Yo soy y amo ser exclusivamente bueno y misericordioso con mis criaturas. No me hagáis ser Dios de rigor, cuando en realidad, soy sólo Dios de Amor. Yo salvaré al mundo con el Amor misericordioso!”