En la nona aparición de Pellevoisin, 9/9/1876, Nuestra Señora tenía uno Escapulario del Sagrado Corazón de Jesús en su pecho y dijo: "Yo amo esta devoción. Es aquí que seré honrada. Me agrada ver todos mis hijos usando para reparar los ultrajes recibidos por mi Divino Hijo en el Sacramento de su amor. Ve las gracias que voy a derramar sobre todos que lo usen confiando en Mi y que divulgan esta devoción. Estas gracias vienen de mi Hijo. Yo las saqué de su Corazón. El no puede negarme nada. No tengas miedo. Yo te ayudaré."