El 6 de enero de 1924, en Cernusco sul Naviglio, Italia, Nuestra Señora se aparició a sor Elizabeth Redaelli, enferma, paralizada y ciega desde hace un año. La Señora dijo: “Reza, confía y espera. Regresaré del 22 al 23.” En la noche del 22 al 23 de febrero de 1924, la Virgen María se aparició con con el Niño Jesús en los brazos. Pero el Niño llora. De sus ojos bajan dos lagrimones. Sus labios cerrados tiemblan en doloroso llanto. La Virgen dijo: “No, el Niño llora porque no es suficientemente amado, buscado, deseado ni siquiera por las personas que le son consagrados. ¡Tú tienes que decir esto! Te devuelvo la salud!” Y se desaparició con el Hijo Jesús. La vidente fue curada milagrosamente.