martes, 13 de diciembre de 2016

miércoles, 1 de junio de 2016

Oración de San Agustín

“¡Tarde te amé, hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y ves que tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba; y deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo mas yo no lo estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no serían. Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y respiré, y suspiro por ti; gusté de ti, y siento hambre y sed; me tocaste, y abraséme en tu paz.”

viernes, 1 de abril de 2016

Apariciones y mensajes de Nuestra Señora en Akita

Las apariciones y mensajes de Nuestra Señora en Akita, Japón, fueron aprobadas oficialmente por la Iglesia en 1988. La Virgen se apareció a la hermana Agnes Katsuko Sasagawa en el convento. El 12 de Junio de 1973, la hermana Agnes observó rayos brillantes que emanaban del Tabernáculo. El 28 de Junio, una llaga en forma de cruz apareció en la palma de la mano izquierda de Sor Agnes. La llaga angraba profusamente y le causaba gran dolor. El 6 de julio, gotas de sangre fluían de la mano derecha de la estatua de Nuestra Señora. Este flujo de sangre se repitió cuatro veces. La llaga en la mano de la estatua permaneció hasta el 29 de septiembre. La estatua comenzó a "sudar", especialmente por la frente y el cuello. El 4 de enero de 1975, la estatua de la Virgen comenzó a llorar y continuó por 101 veces durante 6 años y 8 meses. La última vez fue el 15 de septiembre de 1981, fiesta de Nuestra Señora Dolorosa. Hermana Agnes fue sanada de sordera, milagro sin  explicación médica.

Primera aparición, 6 de julio de 1973: "Mi hija, mi novicia, me has obedecido bién abandonándolo todo para seguirme. ¿Es dolorosa la enfermedad de tus oídos? Tu sordera será sanada, estate segura. ¿Te causa sufrimiento la herida de tu mano? Reza en reparación por los pecados de los hombres. Cada persona en esta comunidad es mi hija irremplazable. ¿Haces bien la oración de las Siervas de la Eucaristía? Entonces, oremos juntas. 

‘Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Santa Eucaristía, te consagro mi cuerpo y alma para ser enteramente una con Tu Corazón, sacrificado cada instante en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, implorando por la venida de Su Reino. Ruego que recibas esta humilde ofrenda de mi ser. Utilízame como quieras para la gloria del Padre y la salvación de las almas. Santísima Madre de Dios, no permitas que jamás me separe de tu Divino Hijo. Te ruego me defiendas y protejas como tu hijo especial. Amen.’ 

Cuando la oración había terminado, la Virgen Maria dijo: "Reza mucho por el Papa, los obispos y los sacerdotes. Desde tu bautismo siempre has orado fielmente por ellos. Continúa orando mucho... mucho. Dile a tu superior todo lo ocurrido hoy y obedécele en todo lo que te diga. El ha pedido que ores con fervor". 

Segunda aparición, 3 de agosto de 1973: "Mi hija, mi novicia, ¿amas al Señor? Si amas al Señor, escucha lo que tengo que decirte. Es muy importante... se lo comunicarás a tu superior. Muchos hombres en este mundo afligen al Señor. Yo deseo almas que lo consuelen para suavizar la ira del Padre Celestial. Yo deseo, con mi hijo, almas que repararán con sus sufrimientos y pobreza por los pecadores e ingratos.Para que el mundo conozca su ira, el Padre Celestial está preparando para infligir un gran castigo sobre toda la humanidad. Con mi Hijo yo he intervenido tantas veces para apaciguar la cólera del Padre. Yo he prevenido la venida de calamidades ofreciéndole los sufrimientos del Hijo en la Cruz, Su Preciosa Sangre, y amadas almas que Le consuelan formando una corte de almas víctimas. Oración, penitencia y sacrificios valientes pueden suavizar la cólera del Padre. Yo deseo esto también de tu comunidad... que ame la pobreza, que se santifique y rece en reparación por la ingratitud y el ultraje de tantos hombres. Recita la oración de las Siervas de la Eucaristía con conciencia de su significado; ponla en práctica. Ofrece en reparación cualquier cosa que Dios envíe por los pecados. Que cada uno se esfuerce, según su capacidad y posición, en ofrecerse enteramente al Señor". "Aun en un instituto secular la oración es necesaria. Ya las almas que desean rezar están en camino de ser reunidas. Sin poner demasiada atención a la forma, se fiel y ferviente en la oración para consolar al Maestro. ¿Es verdad lo que piensas en tu corazón?, ¿Estás verdaderamente decidida a convertirte en piedra rechazada?. Mi novicia, deseas pertenecer sin reservas al Señor, ser la esposa digna del Esposo, hacer tus votos sabiendo que debes ser adherida a la Cruz con tres clavos. Estos clavos son: pobreza, castidad y obediencia. De los tres, la obediencia es el fundamento. En total abandono, déjate guiar por tu superior. El sabrá como entenderte y dirigirte." 

Tercera aparición, 13 de octubre de 1973: "Mi querida hija, escucha bien lo que tengo que decirte. Tu informarás a tu superior." Después de un corto silencio: "Como te dije, si los hombres no se arrepienten y se mejoran, el Padre infligirá un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo mayor que el diluvio, tal como nunca se ha visto antes. Fuego caerá del cielo y eliminará a gran parte de la humanidad, tanto a los buenos como a los malos, sin hacer excepción de sacerdotes ni fieles. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que les quedarán serán el rosario y la señal dejada por mi Hijo. Cada día recita las oraciones del rosario. Con el rosario, reza por el Papa, los obispos y los sacerdotes. La obra del demonio infiltrará hasta dentro de la Iglesia de tal manera que se verán cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y encontrarán oposición de sus compañeros...iglesias y altares saqueados; la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan componendas y el demonio presionará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor. "El demonio será especialmente implacable contra las almas consagradas a Dios. Pensar en la pérdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y gravedad, no habrá ya perdón para ellos. Con valentía, habla con tu superior. El sabrá como dar a cada uno valor para rezar y lograr obras de reparación. Es el obispo Ito quien dirige vuestra comunidad. ¿Todavía tienes algo que preguntar? Hoy es la última vez que yo te hablaré con voz viva. Desde ahora en adelante obedecerás al que que se te envía y a tu superior. Reza mucho las oraciones del Rosario. Solo yo puedo todavía salvarles de las calamidades que se acercan. Aquellos que ponen su confianza en mi se salvarán."

martes, 23 de febrero de 2016

Bellisima reflexión acerca de Cuaresma

Vicka Ivankovic dijo en Medjugorje:

“A menudo vemos la Cuaresma como un tiempo en el que hacemos sacrificios y practicamos el negarnos a nosotros mismos renunciando al café, el alcohol, los chocolates, los cigarrillos, la TV o cualquier otra cosa a la que estemos muy apegados. Pero debemos renunciar a esas cosas por amor a Jesús y a María, y cuidar de no hacerlo para nuestra propia gloria. Muchas veces esperamos a que llegue el final de los cuarenta días, sólo para volver a tomar, ver la TV, etc. ¡Esta no es la forma correcta de vivir la Cuaresma! “Y en efecto, la Virgen nos pide sacrificios, pero lo hace todo el tiempo, no sólo durante la Cuaresma. En este tiempo debemos ofrecer a Dios todos nuestros deseos, nuestras cruces, nuestras enfermedades y sufrimientos, a fin de que podamos caminar con Jesús, caminar con El hacia el Calvario. Debemos tomar a pecho ayudar a Jesús a cargar Su Cruz, porque El la carga por todos nosotros. Y debemos hacerlo preguntándole a El: ‘Señor, cómo puedo ayudarte? Qué puedo ofrecerte?’ No quiero decir con esto que El no pueda cargar Su Cruz, pero cuando nosotros nos unimos a El de corazón, entonces se convierte en algo hermoso. Y es que ya no me vuelvo a El sólo cuando lo necesito, sino que camino con El cuando El más me necesita, durante Su sufrimiento por nosotros. “Muchas veces, cuando tenemos una cruz que podríamos ofrecerle, en vez de ello oramos así: ‘Señor, por favor, quita esta cruz de mis hombros, está pesada, no puedo llevarla. Por qué me das esta cruz a mí y no a alguien más?’ ¡No! ¡Esta no es la manera correcta de orar! La Virgen dice que más bien debiéramos decirle: ‘Señor, gracias por esta cruz, gracias por este gran don que Tú me estás dando!’ Son muy pocas las personas que entienden el gran valor de la cruz y el gran valor que tiene el don de nuestras cruces cuando las ofrecemos a Jesús. ¡Podemos aprender tanto a través del don de una cruz! En este tiempo de Cuaresma, debemos entender con el corazón cuánto nos ama Jesús a cada uno y debemos caminar a Su lado con gran amor. Debemos tratar de estar unidos a El en Su pasión. Este es el sacrificio que se espera de nosotros. Caminemos así y entonces, cuando llegue el día de Pascua de Resurrección, no consideraremos la Resurrección desde afuera, sino que habremos resucitado con Jesús, porque seremos libres desde nuestro interior, libres de nosotros mismos y de todas nuestras ataduras. ¿Acaso no es esto hermoso? ¡Seremos capaces de vivir el amor de Jesús y Su Resurrección en nuestro interior! Cada cruz tiene una razón de ser. Dios nunca nos envía una cruz sin algún motivo, sin un significado, y El sabe cuando habrá quitarnos esa cruz. En tiempos de sufrimiento, demos gracias a Jesús por este don y digámosle: ‘Si tienes otro regalo para mí, estoy dispuesto. Pero ahora suplico tu fortaleza, para tener el valor de cargar mi cruz y seguir adelante Contigo, Señor.’ Recuerdo cómo la Gospa me habló del sufrimiento cuando dijo: ‘¡Si supieran qué grande es el valor del sufrimiento!’ Esto es realmente una gran cosa. Al final, pues, todo depende de nosotros, de si estamos dispuestos a ello o no. Todo depende de nuestro Sí a Jesús. Aprenderlo nos tomará la vida entera y seguir adelante. Cada mañana, cuando despertamos, podemos iniciar nuestro día con Dios. La Virgen no nos pide que oremos todo el día, sino que pongamos la oración en primer lugar, que le demos a Dios el primer lugar y luego realicemos nuestras tareas y continuemos con todos los aspectos de nuestra vida, visitar enfermos, etc. “Cuando hacemos una obra de caridad sin amor, ésta no tiene valor. De igual modo, si oramos y no actuamos de manera caritativa, tampoco tiene valor nuestra oración. Ambas cosas, oración y caridad, van siempre unidas. Y así, paso a paso, es como avanzamos.” 

Fuente: www.childrenofmedjugorje.com