sábado, 2 de octubre de 2021

Dios dio éxito en sus duros trabajos y multiplicó el fruto de sus fatigas

"Ella protegió al primer modelado, padre del mundo, que había sido creado solo. Ella le sacó de su caída y le dio el poder de dominar sobre todas las cosas. Pero cuando un injusto, en su cólera, se apartó de ella, pereció por su furor fraticida. Cuando por su causa la tierra se vio sumergida, de nuevo la Sabiduría la salvó conduciendo al justo en un vulgar leño. En la confusión que siguió a la común perversión de las naciones, ella conoció al justo, le conservó irreprochable ante Dios y le mantuvo firme contra el entrañable amor a su hijo. Pues, por haberse apartado del camino de la Sabiduría, no sólo sufrieron la desgracia de no conocer el bien, sino que dejaron además a los vivientes un recuerdo de su insensatez, para que ni sus faltas pudieran quedar ocultas. En cambio, a sus servidores la Sabiduría los libró de sus fatigas. Ella al justo que huía de la cólera de su hermano le guió por caminos rectos; le mostró el reino de Dios y le dio el conocimiento de cosas santas. Le dio éxito en sus duros trabajos y multiplicó el fruto de sus fatigas." 
 
(Sabiduría 10, 1-5. 8-10)