miércoles, 13 de junio de 2012

Mensajes de Nuestra Señora de Lourdes

Las apariciones y mensajes de Nuestra Señora de Lourdes sucedieron en 1858 a Santa Bernardita Soubirous, de 14 años. Su familia era muy pobre y pasaba hambre. Vivían en una mazmorra llena de humedad y moho, porque no tenían casa. Santa Bernardita era una niña muy sencilla y humilde. Ella no sabía hablar francés correctamente, sólo un dialecto de esa región. Las apariciones tuvieron lugar en la gruta de Massabielle, cerca del río Gave, siempre por la mañana a las 6 o 7 horas y durante el Rosario. Vea todas las 18 apariciones y mensajes de Lourdes reportados por Santa Bernadette Soubirous:

Primera aparición, 11 de febrero 1858: Santa Bernardita dice: “Yo fui recoger leña en el bosque cerca del río Gave sale de casa con su hermana Toinette y la amiga Jeanne Baloum. Ella empieza a descalzarse cruzar el río sin mojar los pies y dice: “Yo oí un ruido como un fuerte viento. Vuelví la cabeza, pero los chopos no se movieron. Entonces, seguí descalzándome. De nuevo el ruido del viento. Miré en dirección de la gruta, que se ilumina, y en esta luz se le aparece a una bella Señora que sonríe. Ella tenía un vestido blanco, un velo también blanco, una cinta azul y una rosa amarilla en cada pie. También su Rosario era amarillo. Me quedé sorprendida. Veía siempre a la misma Señora. Metí la mano en el bolsillo donde tenía el Rosario. La Dama tomó el Rosario que sostenía entre sus Manos e hizo la Señal de la Cruz. Me arrodillé y recé el Rosario con la bella Señora. La visión hacía pasar las cuentas de su Rosario sin mover los labios. Al acabar el Rosário, me hizo señas de que me acercara, pero yo no me atreví. Entonces la bella Señora desapareció improvisamente.”

Segunda aparición, 14 de febrero: Santa Bernardita dice: “Antes de salir hacia la gruta me acerqué a la parroquia con un frasquito para tomar un poco de agua bendita. Al llegar al lugar cada una tomó su Rosario y nos arrodillamos para rezarlo. Acababa de terminar la primera decena del Rosario cuando vi a la misma Señora. Inmediatamente comencé a echarle agua bendita diciéndole que, si venía de parte de Dios, se quedara y si no que se fuera. Y me apresuraba a echarle agua. Ella me sonreía e inclinaba la cabeza. Ella no dijo nada y desapareció.”

Tercera aparición, 18 de febrero: Santa Bernardita dice: Una señora ordena a Bernadette que le pregunte el nombre a la figura que se le aparece, y le da papel, pluma y tintero: “¿Tendría la bondad de escribir su nombre?” Ella dice: “No es preciso. Tendrías la bondad de venir aquí durante quince días?” Bernadette dice: “Yo prometo.” La Señora dice: “No prometo te hacer feliz en este mundo, pero sí en el otro.” 

Cuarta aparición, 19 de febrero: Santa Bernardita lleva consigo uma vela durante la aparición. Nuestra Señora no dio mensaje.

Quinta aparición, 20 de febrero: Santa Bernardita dice: "Ella me enseñó, palabra por palabra, una oración sólo para mí." Después de esta aparición, una gran tristeza invadió Bernardita. Santa Bernardita rezó esta oración todos los días de su vida y nunca reveló a nadie.

Sexta aparición, 21 de febrero: Santa Bernardita dice: "Esta Reina misericordioso también me dijo: “Oren por la conversión de los pecadores." Ella repitió estas palabras varias veces."

Séptima aparición, 23 de febrero: Santa Bernardita dice: "Ella me dijo tres secretos y me prohibió de decir a nadie. Ellos son sólo acerca de mí. No son acerca de la Iglesia, ni acerca de Francia, ni acerca del Papa." Bernadette jamás reveló estos secretos.

Octava aparición, 24 de febrero: Nuestra Señora se apareció triste y Santa Bernardita lloró. La niña se arrodilló en la gruta y besó el suelo. Y muy triste y llorando, dijo el mensaje de Nuestra Señora: “¡Penitencia! Penitencia! Penitencia! Oren a Dios por la conversión de los pecadores. Besen la tierra como penitencia por los pecadores.” 

Novena aparición, 25 de febrero: Santa Bernardita dice: "La Señora me dijo: 'Vaya a la fuente, beba agua y lávese en ella.’ Pero, cómo no vi, yo iba a beber en el Gave. Ella hizo un gesto con el dedo para ir a la cueva y me mostró la fuente. Fui, pero yo sólo vi un poco de agua sucia. Cavé la tierra y pude beber. La Señora me dijo: ‘Coma la hierba del mismo lugar.’ Santa Bernardita bebió el agua sucio, comía hierba y su rostro estaba lleno de barro. La gente quedó impresionada y muchos pensaron que la vidente estaba loca. El agua comenzó a fluir con mayor intensidad en la fuente y fluye hasta la fecha y sanó a tantos enfermos. 

Décima aparición, 27 de febrero: La Señora sólo sonríe. Santa Bernardita besa la tierra, va hacia el fondo de la gruta y bebe de nuevo el agua que mana de la tierra.

Undécima aparición, 28 de febrero: Santa Bernardita rezó el Rosario y besó la tierra de nuevo. Muchos de los presentes hicieron lo mismo.
Duodécima aparición, 1 de marzo: Nuestra Señora sonríe y permanece en silencio.

Decimotercera aparición, 2 de marzo: Nuestra Señora dice: “Vaya decir a los sacerdotes que construyan una capilla aquí y vengan en procesión.” 

Decimocuarta aparición, 3 de marzo: Por la mañana, la Señora no se aparece, per la tarde. Bernadita le pregunta su nombre, pero ella no responde, limitándose a sonreír.

Decimoquinta aparición, 4 de marzo: Nuestra Señora no dijo mensaje. Santa Bernardita dice: “Yo estoy triste cuando Aquerò está triste, y sonrío cuando sonríe.” 

Decimosexta aparición, 25 de marzo: Una fuerza interior empuja Bernadette a volver a Massabielle. La Dama se aparece y Bernadita repite la pregunta tres veces: “Señorita, ¿tendría la bondad de decirme quien sois, por favor?” La Señora solo sonrie en silencio, pero Bernadette insiste una cuarta vez. Entonces, la Señora levanta los ojos al cielo y juntando las manos a la altura del pecho le responde: “Yo soy la Inmaculada Concepción.” Estas fueron las últimas palabras que oí de ella. Tenía los ojos azules." 

Decimoséptima aparición, 7 de abril: Durante la visión por un cuarto de hora, Santa Bernadita estaba sosteniendo una vela encendida y tocó en la llama sin darse cuenta, pero queda insensible. Y milagrosamente, no tuvo quemadura. 

Decimoctava aparición, 16 de Julio, Nuestra Señora del Monte Carmelo: La gruta estaba atrincherada con una valla de madera, por el orden de las autoridades. Al atardecer, Bernadita se siente de nuevo llamada a la gruta. Santa Bernardita tuvo la aparición con su tía y algunas amigas en el otro lado del río Gave, antes de la gruta. Ella dijo: "Yo no vi la valla, ni el Gave. Sentí que estaba en la gruta, a la misma distancia de las otras veces. Yo sólo vi a la Virgen. Nunca la vi tan bella!" En esta última aparición, la Virgen también no dijo nada. Ella sólo miró y sonrió con cariño a la pobre niña. Santa Bernardita dijo: "La mi Señora es hermosa, tan hermosa y que no tiene similar. Ella es tan hermosa que, si usted ve una vez, quiere morir para volver a ver. Ella es tan bella que cuando usted ve, no se puede amar nada terreno."